EL ORIGEN DE MIS PALABRAS:
Durante años, en momentos de debilidad, angustia e incluso en ocasiones de amor, de reclamo o de vulnerabilidad, surgió en mí una necesidad casi visceral de escribir. En esos instantes, la inspiración brotaba como una vertiente de palabras que, sin mucho razonamiento, me arrastraban a volcar mis pensamientos y emociones de forma directa y sincera. Mi escritura no busca adornos ni complicaciones; me inclino por un lenguaje sencillo, cercano, que permita expresar lo que siento sin filtros ni artificios.
Lo que pongo en palabras es lo que surge en el momento mismo, lo que nace de lo más profundo de mi ser, y trato de plasmarlo de forma pura y accesible, sin recurrir a giros complejos ni vocabulario erudito. No me considero, ni de lejos, un poeta de gran renombre, como aquellos a quienes admiro profundamente por su destreza y profundidad literaria. Mi voz, en cambio, es más modesta, pero igualmente honesta.
Es posible que algunos de mis poemas puedan parecer abstractos a algunos lectores, pero quiero dejar claro que, independientemente de la forma que adquieran, todos nacen de una fuente sincera y profunda que habita en mi alma. Mi mayor deseo es que estas palabras lleguen al corazón de quienes me leen, que encuentren en ellas algo que resuene con sus propias vivencias y emociones. Ojalá que, a pesar de su sencillez, mis escritos puedan ser una pequeña chispa de luz en su camino.
Con gratitud y afecto,
Alejandra Natalia Jaime
